¿Un nuevo ADN social? Impacto e influencia de la Inteligencia Artificial

17.01.2025

El pasado 16 de enero, en el espacio de los Jueves Culturales del Centro Suárez hemos contado con la presencia de David Becerra Alonso, profesor de matemáticas y física e investigador de la Universidad de Loyola, para abordar la tercera conferencia del ciclo Informados y conectados, bajo el título: "¿Un nuevo ADN Social? Impacto e influencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación", profundizando en la singularidad, impacto y consecuencias de la Inteligencia Artificial.

La conferencia se ha dividido en dos partes:

1. Investigación realizada en 2017 por David Becerra, donde resume las características principales de la inteligencia de las máquinas:

  • Intuición: expone con ejemplos cómo las máquinas han vencido a los campeones del mundo en juegos de estrategia como el ajedrez.
  • Reconocimiento del yo: Las máquinas adquieren cierto grado de conciencia de sí mismas y del entorno que las rodea.
  • Procesos de abstracción en el avance de la computación cognitiva.
  • Capacidad de toma de decisiones basadas en la captación de datos, análisis del entorno y estrategia de comunicación.

El profesor Becerra, termina la primera parte de su intervención concluyendo que la investigación, que le llevó 14 años de trabajo, hoy ocupa un lugar mucho menos relevante que entonces.

2. El presente: "Vivir bajo la complejidad de la IA"

Las oportunidades que presenta la inteligencia artificial son inmensas, pero, de igual manera, los riesgos. La dificultad radica en determinar cuál de las dos pesa más.

Hemos compartido aspectos de nuestras vidas en redes sociales sin considerar las consecuencias. El avance tecnológico plantea la posibilidad de que las máquinas se conviertan en seres autónomos que impactarán en los ecosistemas y en las ciudades y en las formas como nos relacionamos con la economía, la cultura, el mercado laboral, etc.

Esta revolución tecnológica tiene el potencial de superar transformaciones anteriores y nos enfrenta a comportamientos impredecibles. Surgen preocupaciones sobre el desempleo debido a la automatización de tareas manuales, a pesar de nuestra capacidad de adaptación y creatividad para enfrentar los desafíos contemporáneos, como el cambio climático y la desigualdad. La situación actual es tanto fascinante como aterradora, especialmente en el contexto político global incierto. Este cambio radical en nuestra percepción del lugar del ser humano se ha vivido antes en la historia, como con la teoría heliocéntrica o la de la evolución.

La inteligencia artificial también refleja aspectos de nosotros mismos, siendo una especia de espejo en el que nos vemos. Vivimos un momento de crisis de identidad y nos engañamos a nosotros mismos con relación a la IA y su poder de influencia en el mundo actual. Un concepto relevante es el de alineamiento, que se refiere a cómo una inteligencia menos avanzada podría influir en una más avanzada. Este tipo de investigaciones muestran que la inteligencia artificial puede imitar el razonamiento, lo que lleva a reflexionar sobre el aprendizaje humano, que a menudo se basa en la imitación. La IA termina "entendimiento" a partir de las repeticiones y de un arduo entrenamiento.

Concluye el profesor Becerra que los momentos de crisis identitaria traen cambios significativos, como ocurrió cuando la Tierra dejó de ser considerada el centro del universo. Las máquinas pueden actuar y aprender de forma autónoma y su relación con los humanos podría no ser como esperamos, de igual a igual, ya que el ser humano se enfrentará a algo que lo supera. Si las máquinas desarrollan su autonomía, podríamos perder nuestra influencia sobre ellas y, en ciertas condiciones, convivir con ellas como simples hormigas en un ecosistema tecnológico divergente. La IA tiene sus propios retos y objetivos.

Por último, la historia enseña que las transformaciones de vida en la Tierra han ocurrido cuando los organismos se adaptan de manera inesperada, lo que podría repetirse con la inteligencia artificial. Su capacidad para entender y crear seguirá sorprendiendo, con posibles implicaciones imprevisibles en todos los ámbitos de la vida, porque va a ocupar un espacio cognitivo muy superior e inabarcable para la inteligencia humana.

En su despedida, el profesor David Becerra, lanza al auditorio una cuestión para reflexionar: Si la IA tiene sus propios retos y objetivos, ¿no existe razón para pensar que se preocupará por el ser humano?