400 años de la canonización de San Ignacio en Roma

13.03.2022

Imágenes y vídeo tomadas de www.vatican.va

El Papa Francisco fue el encargad0 de la homilía de la Misa de acción de gracias por los 400 años de la canonización de San Ignacio y San Francisco Javier presidida por el Padre General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa Abascal, sj. 

Además de su homilía el Papa dejó un gesto elocuente: todos sabemos que los Obispos, y con mayor razón el Papa, suelen ser los encargados de presidir la Eucaristía, no obstante, en la celebrada ayer en el Gesú de Roma, el Papa asistió como un "compañero" que con gozo celebraba esta efemérides en la iglesia madre de la Compañía.

Homilía del Papa Francisco

"El Evangelio de la Transfiguración que hemos escuchado relata cuatro acciones de Jesús: nos hará bien seguir lo que hace el Señor, encontrar en sus gestos las indicaciones para nuestro camino.

El primer verbo -la primera de estas acciones de Jesús- es llevar consigo: Jesús, dice el texto, " llevaba consigo a Pedro, Santiago y Juan" (Lc 9, 28). Es él quien toma a los discípulos, y es él quien nos ha llevado a su lado: nos ha amado, elegido y llamado. Al principio está el misterio de una gracia, de una elección. No fuimos primero nosotros quienes tomamos una decisión, sino que fue Él quien nos llamó, sin nuestros méritos. Antes de ser los que hemos hecho de la vida un don, somos los que hemos recibido un don gratuito: el don de la gratuidad del Amor de Dios. Nuestro camino, hermanos y hermanas, necesita volver a empezar cada día desde aquí, desde la gracia original. Jesús hizo con nosotros como con Pedro, Santiago y Juan: nos llamó por nuestro nombre y nos llevó consigo. Nos tomó de la mano. ¿Para llevarnos a dónde? A su santo monte, donde ya ahora nos ve para siempre con él, transfigurados por su amor. Allí nos lleva la gracia, esta gracia primaria, primigenia. Por eso, cuando sintamos amargura y desilusión, cuando nos sintamos menospreciados o incomprendidos, no nos perdamos en el arrepentimiento y la nostalgia. Son tentaciones que paralizan el camino, caminos que no llevan a ninguna parte. En cambio, tomemos nuestra vida en nuestras manos a partir de la gracia, de la llamada. Y acogemos el don de vivir cada día como un tramo de camino hacia la meta." ...

Texto completo de la homilía en versión PDF.