Acompañar, acoger y servir a personas LGTBI+ - Discípulos y miembros de la Iglesia

12.05.2023

"Acompañar, acoger y servir a personas LGTBI+ - Discípulos y miembros de la Iglesia" fue el título de la actividad con la que bajamos la persiana de los Jueves Culturales de este curso. Para esta actividad, enmarcada dentro de la dinámica de los Diálogos Fe-Cultura-Justicia que estamos empezando a impulsar en el Centro Suárez, contamos con la presencia de Luis Mariano González, trabajador social y teólogo comprometido con la inclusión de las personas LGTBI y con la pastoral de la diversidad sexual y con José Antonio Suffo, enfermero, docente y, relacionado con este tema, miembro de la Comunidad de Vida Cristiana de Sevilla – CVX que desde 2016 ha apostado por incluir en su proyecto apostólico la Pastoral de la Diversidad Sexual – PADIS.

El diálogo, cargado de afecto, ternura, respeto y comprensión lo inició Luis Mariano quien no dudó en afirmar que estamos viviendo en la Iglesia un tiempo de gracia, un Kairós, en el que las minorías están diciendo una palabra importante y pertinente para su vida y misión. La Iglesia está viviendo, no sin resistencias, un proceso de aprendizaje para acoger, acompañar y servir esta realidad que ha estado, está y estará. Traía a la memoria y al corazón las acuciantes palabras de padres y madres de personas LGTBI: "no sin mis hijos" con la que reclaman un lugar de acogida y cariño.

En su comunicación, atravesada por las actitudes de Jesús, afirmó que muchas personas homosexuales se han convertido en confesores de la fe pues se han mantenido en ella a pesar de la dura persecución y de los injustos señalamientos. Decía con contundencia: "No nos hemos ido" porque como creyentes nos sentimos amados y soñados por Dios así. Finalizó su intervención lanzando una invitación a conocer esta realidad, conocerla con nombres concretos para comprender y amar.

José Antonio continuó el diálogo compartiendo el momento en el que su Comunidad de Vida Cristiana se puso a la escucha del Espíritu de Dios para optar por esta misión en la Iglesia, decía que entraron con los pies descalzos porque la tierra que pisaban era sagrada, porque querían estar donde nadie quería estar y con quienes nadie quería estar.

El Espíritu les hizo cambiar la mirada desde el amor a la Iglesia y a tantas y tantos que han sido marginados con vallas y concertinas. Apostaron por visibilizarlos en el seno de la comunidad y de crear sinergias para generar una nueva forma de estar y compartir la vida en la Iglesia. Sin la aportación de las personas LGTBI+ la Iglesia está incompleta de ahí el desafío de suscitar una actitud de misericordia inclusiva.

La homofobia no está en la Biblia, esta surge por falta de conocimiento y éste, a su vez, engendra miedo. Terminó invitando a vivir un proceso de conversión continua para no dejar a nadie fuera.