Ciclo de Adviento - 1ª parte
El Tiempo de Adviento, que hace unos pocos días inició el mundo cristiano, llega como un tempo de encrucijadas en el que lo previsible es lo imprevisible. Esta volatilidad del tiempo y de la historia nos puede llevar al nihilismo o al escepticismo, sin embargo, para quienes nos declaramos creyentes, es un tiempo de gracia que nos lanza a otra realidad y a reconocer que algo nuevo está brotando.
Con estas reflexiones iniciaba Mariela Martínez, religiosa de Santo Domingo, su comunicación en el Ciclo de Adviento de este año en el Centro Suárez con el que queremos invitar a reactivar la esperanza.
Ante las encrucijadas, decía Mariela, podemos buscar tres salidas: la di-versión que nos mantiene distraídos y nos hace huir de la realidad; la per-versión que acalla la conciencia y la con-versión que nos reorienta generando un movimiento hacia dentro y hacia los demás.
Con este telón de fondo motivó a los asistentes a recorrer los textos del profeta Isaías que la Iglesia propone para los cuatro domingos de Adviento.
Con Isaías 2, 1-5 nos exhortó a ponernos en camino, a despertar e ir al encuentro con el Señor.
Con Isaías 11, 1-10, texto que se leerá el 2º Domingo, alentó la esperanza con el anuncio de un nuevo brote del tronco de Jesús que traerá consigo la justicia y la verdad y generará una nueva era en la que la convivencia pacífica es un indicador. Dios hace posible lo imposible.
El tercer domingo se leerá el texto de Isaías 35, 1-6ª. 10 al que le puso por título "Derroche de alegría". En este bello trozo el profeta señala como en las palabras de aliento al débil, en la curación de los mutilados, el retorno de los liberados y el triunfo del gozo definitivo hay todo un derroche de salvación que alcanza todas las dimensiones humanas.
Finalmente, el 4º domingo, leeremos el anuncio del Dios-con-nosotros en Isaías 7, 10-14 con el que nos llamaba a estar firmes en el Señor: "Si no os afirmáis en mí no seréis firmes". La señal de la presencia es un niño y, sobre todo, su nombre: "Enmanuel", que vendrá de forma inesperada, en el tiempo inesperado y por un camino inesperado.
Cuatro frases recogen el espíritu del Antiguo Testamento para este tiempo:
- Salid - subid
- Participad de la nueva era
- Alegraos
- Gustad el Dios con nosotros
Finalmente nos animó a poner en práctica estas actitudes:
DES aprender
PER donar
Medi TAR
De las que surge una muy importante para este tiempo: DESPERTAR.