Ciclo de Cuaresma III - Caminos verdes - signos de resurrección y transformación

El itinerario de la Cuaresma quedaría corto si se reduce a un proceso de conversión personal y social. Hace falta permitir que la irrupción del Dios de la Vida y la Misericordia generen cauces de transformación y compromiso que alumbren la vida que renace por la entrega de Jesús, el Resucitado.

Para intuir los Caminos verdes de resurrección y transformación contamos con la presencia del jesuita segoviano Severino Lázaro Pérez, quien actualmente se desempeña como párroco en tres barrios marginales de la vecina Almería.

Su comunicación fue en un tono sapiencial, experiencial, de hecho, al iniciar su charla llamó la atención sobre cómo la vida es el nuevo escenario donde transita la fe más allá de los ritos, las normas y una cantidad de elementos de nuestra práctica religiosa que pueden llegar a atarnos. La realidad, insistió, está preñada de luz y de vida y por eso no nos podemos quedar rumiando la muerte.

Partiendo de su vida hasta llegar a la experiencia sinodal experimentada con los fieles que acompañaba en el barrio de la Ventilla de Madrid fue desgranando signos de resurrección que se conviertes en caminos verdes.

Entresacamos algunos de esos signos que tocaron la fibra de más de uno de los asistentes a su conferencia:

• La experiencia del resucitado hace que las cosas se aclaren y ayuda a conectar con las raíces más profundan del sentido, con nuestra fuente.
• Pedir perdón y sentirse perdonado desatasca nuestras inercias y nos pone en camino con la ligereza de quien se siente libre.
• La importancia de atender las señales que nos da Dios, aunque éstas nos descoloquen porque provienen de personas insospechadas.
• No importa ser tontos si lo que nos hace tontos es el derroche de la misericordia.
• Cuando sentimos que la vida está truncada y los esfuerzos fallidos abundan, qué importante es seguir intentando.
• Más que los rezos, nos salva lo que hemos sufrido, amado y lo que hemos luchado por la vida.

Muchas más claves para guiar nuestro itinerario cuaresmal por caminos verdes ha suscitado este compañero entusiasta que transpira vida, entrega y cercanía.